¿Qué es la melatonina?
La melatonina es una hormona cuya función es la de regular los ciclos del sueño. Las personas que experimentan dificultades para conciliar el sueño pueden tener déficit en los niveles de producción de esta hormona. Son varios los síntomas que denotan este problema hormonal. Generalmente se trata de personas que pasan gran parte del día somnolientas, con falta de concentración y durante las noches dificultad para dormir.
Para tratar oportunamente esta condición se recomienda acudir a un especialista para que esté descarte el trastorno de sueño. Si existe alguna patología subyacente se puede administrar un tratamiento indicado por el médico tratante. Para estos casos no se recomienda la automedicación, ya que es un riesgo.
¿Cómo funciona la melatonina?
La actividad de esta hormona se sincroniza con el de las personas durante los días y las noches. Significa que se segrega una mayor cantidad de esta sustancia durante las noches y en cambio se detiene durante el día. Esta hormona se produce en el cerebro, reacciona de forma natural a la oscuridad y a la luz.
Igualmente se sincroniza con los ritmos cardíacos y con el propio reloj biológico. Por lo tanto, se inhibe y activa en períodos de 24 horas. En el caso de las personas que duermen durante el día, estas despertarán durante la noche para luego esperar 12 horas para volver a segregar la sustancia.
Algunos lo llaman la hormona de la oscuridad precisamente porque su producción ocurre en distintos lugares del organismo. Principalmente encontramos altas concentraciones en la glándula pineal del cerebro. También es sintetizada en una parte de los órganos y de los tejidos, a los cuales se les agrupa y se les llama melatonina extrapineal.
A sí mismo, esta hormona tiene efectos antioxidantes lo cual es beneficioso para las células. También tiene efectos antiinflamatorios, por ello curiosamente cuando las personas no duermen la suficiente cantidad de horas suele mostrar una apariencia hinchada.
El efecto regulador del sueño/vigilia
Su principal función es avisarnos de cuál ahora debemos dormir. Su segregación natural sin intervención médica puede reparar el reloj biológico por sí mismo. Lo que hace es regular las señales de alerta que se acompañan de ritmos cardíacos, estos son comunes durante las obras de reposo.
Se comienza a producir durante el atardecer en la glándula pineal, el efecto de la luz natural cambia de una tonalidad blanca a una más cálida con atisbos de naranja. Por consiguiente se experimentan síntomas comunes asociados al sueño como bostezar y la somnolencia.
Por esta razón a las personas con problemas para dormir se les recomienda evitar la exposición a luz blanca durante la tarde y la noche. Generalmente los pacientes evitan el uso de los televisores, pantallas de computadores y las pantallas de los dispositivos móviles. En cambio, esta luz debe ser sustituida por otra más cálida que esté por debajo de los 2700k.
La melatonina endógena o fisiológica
La melatonina endógena o fisiológica debe ser administrada bajo estricta vigilancia médica. Asimismo, los pacientes bajo este tratamiento deberán evitar exponerse a energía electromagnética. Generalmente solamente se recomienda su uso en pacientes a partir de los 55 años, ya que debido al proceso natural del envejecimiento los niveles de esta hormona disminuyen.
Administrar un sustitutivo de melatonina exógena y sintética sólo es posible en algunos pacientes. No se recomienda en pacientes que han sufrido por años diversos trastornos y que además tengan antecedentes de problemas cardíacos. Tampoco se debe administrar en personas que cumplen con actividades laborales que exigen atención o que viajan constantemente para evitar el efecto jetlag.
Éste es un medicamento que se puede obtener sin receta médica en Europa. La dosis máxima es hasta los 2 gramos, sin embargo dependiendo de la opinión del médico tratante la dosis puede ser superior. Actualmente se siguen realizando diversos ensayos clínicos que tratan de encontrar otra alternativa al uso de este medicamento.