Ejercicios para mejorar la memoria
Eventualmente la capacidad para retener información en nuestras memorias disminuye a medida que envejecemos. Las personas de la tercera edad generalmente presentan serios problemas de memoria, con el padecimiento de enfermedades como el alzheimer. Es por ello que los expertos consideran que desde edad temprana podemos poner en práctica ciertos ejercicios para mejorar la memoria.
La ejercitación del cerebro permite aumentar su capacidad de retención y agilidad para gestionar información. La salud mental depende en gran parte depende de que tanto nos esforcemos por mantener activo este órgano. Los problemas de memoria no sólo son causados por la genética, no se debe olvidar que el cerebro posee plasticidad neuronal.
La neuroplasticidad es lo que permite que el cerebro pueda crear nuevas conexiones neuronales, lo cual hace desde el momento del nacimiento y continúa a lo largo de nuestras vidas. Precisamente los ejercicios que se recomiendan para mejorar la memoria sacan provecho de esta capacidad. Aconsejamos practicar los siguientes ejercicios para mejorar la memoria:
Usar el sentido del olfato
Se ha demostrado que los seres humanos utilizan con más asiduidad el sentido de la vista, oído y el tacto. Esto compromete la capacidad del cerebro para gestionar información relacionada con los olores. Por ello, para activar la memoria se recomienda memorizar información sobre aromas, los cuales pueden reconocerse posteriormente.
La nariz y el cerebro están conectados directamente, por ello la información recabada por la nariz es enviada directamente al cerebro sin pasar por otras partes. Esta es una de las técnicas de memorización más efectivas. Además también pone en funcionamiento otros sentidos como el tacto y el del sabor.
Realizar repasos diarios
Nosotros podemos elegir qué tipo de información queremos repasar diariamente. Puede tratarse del pasaje de un libro, un concepto, un artículo de prensa o simplemente un mensaje texto. La idea es ejercitar la memoria para que haya una importante mejora la memoria a corto y a largo plazo.
Generalmente se recomienda realizar estos ejercicios antes de dormir. El más común tiene por finalidad realizar un repaso de lo que se hizo durante el día. Posteriormente después de levantarnos debemos intentar recordar cada uno de sus detalles. Debemos ser capaces de visualizar y poder describir cada una de las actividades ejecutadas el día anterior. Esta información se convierte en recuerdos de eventos que podemos revivir mentalmente.
Crear mapas mentales
Estos mapas mentales pueden representar lugares como el propio hogar, la oficina donde se trabaja o incluso una parte de la ciudad donde se habita. Lo importante es que seamos capaces de poder plasmar esta información mental en un dibujo que representa esta área con detalle. Estos ejercicios mentales exigen que también debamos realizar actualizaciones, sobre posibles cambios ocurridos en estos espacios recientemente.
También es un ejercicio que ayuda a desarrollar la inteligencia espacial. Algunas personas presentan dificultades para poder memorizar direcciones, tamaños, alturas y en general se les dificulta reconocer los espacios.
Reducir el estrés
El estrés y la ansiedad afectan gravemente la salud del órgano cerebral. Estudios recientes han podido demostrar que la presión ocasionada por el estrés sobre el funcionamiento del cerebro limita sus capacidades. El estrés es tóxico no sólo para la memoria, incluso la producción de ciertos químicos se interrumpe. Incluso algunos de estos químicos participan directamente en el proceso de transferencia de información, por lo que la memoria a corto y a largo plazo se ve afectada gravemente.
Practica ejercicios de memorización visual y espacial
Estos ejercicios son muy populares e incluso se han creado múltiples juegos con esta temática. Para los seres humanos es necesario analizar e información visual, lo cual significa que constantemente ponemos a ejercitar nuestra función cognitiva.
Un ejercicio muy efectivo consiste en seleccionar objetos a los cuales les asignamos lugares. Posteriormente los cambiamos de lugar de manera que debemos recordar cuál era su ubicación original. Durante la ejecución de este ejercicio también debemos poner en funcionamiento la visión periférica. La idea es entregar el cerebro para que sea capaz de fijarse en los más mínimos detalles. Como resultado conservamos una importante mejoría en la memoria visual y espacial.
Dormir
Dormir entre 7.5 y 9 horas es lo ideal para personas en edad adulta. Reducir esta cantidad de horas puede ser perjudicial para la memoria y para el adecuado funcionamiento de las habilidades cognitivas. Incluso, se asocia con problemas para el aprendizaje. Múltiples estudios han podido demostrar que durante el descanso hay un incremento en la actividad de la memoria, principalmente durante las fases más profundas del sueño.