Las alitas de pollo se pueden cocinar de diferentes maneras, ¡todas son deliciosas!
Las alitas de pollo son un manjar para muchos, y tienen la capacidad de presentarse como un lienzo en blanco para la experimentación culinaria. Desde las clásicas alitas BBQ hasta las picantes alitas búfalo, hay un mundo entero de alitas y recetas que conocer.
Lo que se conoce hoy en día como la receta básica de las alitas de pollo en todo el mundo, surgió casi por accidente. Se dice que, a mediados de los años 60, en un bar de Buffalo, Nueva York, la propietaria recibió un pedido equivocado de alitas de pollo. En lugar de desecharlas, las frió y las cubrió con una salsa picante casera, y así nació un clásico.
Aunque es un plato sabroso, son altos en calorías y grasas. Sin embargo, pueden ser parte de una dieta equilibrada si se preparan de manera saludable con las recetas adecuadas, pues las alitas son una buena fuente de proteínas esenciales para el crecimiento y la reparación de los tejidos.
Recetas clásicas y creativas
Las alitas de pollo ofrecen infinitas posibilidades culinarias. Con un poco de creatividad y los consejos adecuados, es posible crear versiones propias, únicas y satisfactorias para todos los paladares.
- Alitas a la BBQ: el clásico entre los clásicos. Esta receta combina lo dulce, lo ahumado y lo ligeramente ácido. Se requieren alitas de pollo, salsa BBQ, miel, vinagre de manzana, ajo en polvo, cebolla en polvo, paprika y pimienta negra.
Para la receta de BBQ alitas se deben dejar marinar las alitas en una mezcla de todos los ingredientes durante al menos 30 minutos. Luego, se hornean a altas temperaturas hasta que adquieran ese color dorado y la famosa contractura crujiente. Para un sabor más intenso, se pueden glasear con la salsa sobrante durante los últimos minutos de cocción.
- Alitas Búfalo: las más destacadas entre los amantes del picante. Para su preparación se utilizan alitas de pollo, salsa picante, mantequilla y vinagre blanco.
Se deben cocinar las alitas hasta que estén doradas. Luego, en una sartén, se derrite la mantequilla y se mezcla con la salsa picante y el vinagre. Se deben bañar las alitas en esta mezcla y se revuelven hasta que estén completamente cubiertas.
- Alitas de miel y mostaza: una combinación dulce y ácida que agrada a casi todos los paladares. Se necesitan alitas de pollo, miel, mostaza Dijon, salsa de soja, ajo en polvo y jengibre rallado.
Se marinan las alitas en una mezcla de todos los ingredientes. Luego, hay que hornearlas hasta que estén doradas y glaseadas.
- Alitas habaneras: estas alitas ofrecen un sabor intenso y picante. Los ingredientes requeridos son: alitas de pollo, chiles habaneros frescos o en polvo, ajo, comino, cilantro, jugo de limón y aceite de oliva.
Se trituran los chiles habaneros con el ajo y las especias para crear una pasta. Con esta se marinan las alitas y luego se hornean.
- Alitas veganas: una deliciosa alternativa para quienes siguen una dieta vegana. Para su preparación se necesita tofu firme o seitán, salsa de soja, vinagre de arroz, azúcar moreno, ajo, jengibre, fécula de maíz y agua.
Se corta el tofu o el seitán en trozos de un tamaño similar al de las alitas. Se prepara una salsa mezclando todos los ingredientes y se cocina a fuego lento hasta que espese. Luego se marinan los trozos de tofu o seitán en la salsa y se hornean hasta que estén dorados.
Pasos fundamentales para tener ricas alitas
La elección del método de cocción influye significativamente en la textura y el sabor de las alitas. El horneado, por ejemplo, es una opción más saludable, permite un control preciso de la temperatura y resulta en alitas jugosas por dentro y crujientes por fuera.
Por su parte, la opción de freír ofrece una textura más crujiente y un sabor más intenso, pero requiere más atención para evitar que se quemen y contiene más grasas.
La parrilla también es una alternativa ideal para disfrutar al aire libre; aporta un sabor ahumado característico.
Marinados
Un buen marinado es fundamental para lograr alitas de pollo con sabor intenso. Se deben usar aceites como el aceite de oliva, el aceite de canola y el aceite de aguacate, que son excelentes opciones para ayudar a que los sabores penetren en la carne.
El jugo de limón, el vinagre y el yogur natural también ayudan a ablandar la carne y realzan los sabores. Y no se pueden dejar de lado los condimentos y sazonadores clásicos como el ajo, cebolla en polvo, pimentón, paprika, comino y hierbas frescas como el cilantro y el perejil que añaden profundidad de sabor único a las recetas.